Uno de los efectos de los esteroides es el aumento de apetito. Así que durante poco más de tres semanas Borja sólo hablaba para pedir de comer:
"Abita: quiero pizza"
"Abita: quiero sopita de Mickey"
"Abita: quiero pan con queso"
"Abita: quiero quesito lindo"
"Abita: quiero cocholate"
"Abita: quiero jamón con queso"
"Abita: quiero agua de samaica"
"Abita: quiero gomitas"
"Abita: quiero arroz con verduras"
Y Abita subía y bajaba, y volvía a bajar y subir. Dicen que las Abitas son como las mamás, pero con un montón de cobertura dulce. Aunque la cobertura dulce se puede llegar a derretir especialmente cuando a la hora de dormir Borja dice:
"Abita: ¿me abrazas?"
Gracias Má por estar siempre ahí. Como dice Catón: eres un Ángel Bendito.
¡Los abuelos, qué haríamos sin ellos!, yo nunca podré agradecer a mis padres lo que hacen por mis hijos.
ResponderEliminarBesos
Lou