jueves, 25 de abril de 2013

Viva la vida


(Por problemas de mi blog no había podido públicar esta entrada, aunque ya estaba escrita. Finalmente llega, la tan anhelada)


Llegó el día tan esperado. Se terminaron las quimios, tanto las intravenosas como las orales. Adiós a la media pastilla diaria, adiós a las sies pastillas de los miércoles, adiós al Zofrán y al Emla, a quimioterapia intratecal y al Alin. Y me siento exahusta. Exahusta de tanta preocupación, de tanto desvelo, de tanto pensamiento, de tanto dolor. Justo hace dos años Borja emepzó a estar mal, con una fiebre altisima y que no se podía controlar. Dos años de la peor noticia de mi vida. Dos años de la peor noche de mi vida. Dos años del cambio más radical de mi vida. Dos años de el comienzo de un periodo de aprenidzaje como jamás imagine. Dos años de desesperanza y esperanza a la vez. Dos años de fortaleza y debilidad. Dos años...
Fue la última quimio y la noche anterior no pude dormir...era el día mas anhelado de toda mi vida, parecía un sueño que no era imposible...pero sí lejano. Y llegó, y me siento feliz, pero a la vez melancólica, ¿por qué tuve que pasar por esto? ¿por qué tuvimos que pasar por esto? No lo sé, espero resolverlo algún día. Lo que sí se es que el cambio que se ha dado en mí ha sido tan profundo, que a veces ni yo misma me reconozco, y me pregunto cómo hubiera sido con mis hijos si nada de esto hubiera pasado. Pero eso no lo sabré nunca, y lo único que me queda es asimilar mi nueva personalidad, mi nuevo estilo de vida, esta es ahora mi realidad, es lo que tengo que aprender a vivir, en especial el miedo. El miedo a las próximas fiebres, a las próximas gripas, a los próximos estornudos, a los próximos golpes, a los análisis de cada mes, a la recaída...a la enfermedad. Y no puedo no llorar ante tal pensamaiento, me desahogo de tanta tensión acumulada y de tanto miedo guardado...pero es la última quimio, y al final lloro de felicidad.

Gracias Roi, era evidente que tu preocupación por Borja sería igual que la mía, en algunos momentos, siento que incluso más. Esto era un camino que debíamos andar, aprender, sufrir y disfrutar juntos. Nos fortaleció como familia y ahora valoramos muchas cosas insignificantes de la vida, como una sonrisa matutina. Las desveladas han cobrado otro significado cuando van acompañadas de tos y fiebre, y las noches tranquilas y de sueño profundo se han convertido en un tesoro que hemos aprendido a apreciar. Gracias por ese kleenex persiguiendo a Borja para sonarle los mocos, al final creo que eso ayudó a que no empeorara su sinusitis. Gracias R2 de pediatría, tus horas junto al iPad investigando me aliviaron de muchos nervios y sufrimiento. Gracias por ser el mejor esposo y padre del mundo.

Gracias a los abus. Enrique, Maricruz y Maicha. Nadie como ustedes vivieron como nosotros el dolor y la preocupación.
Gracias Abu, tus consejos y reflexiones, nos enseñaron a Rodrigo y a mí a poner en duda lo que se nos presentaba, a no conformarnos con lo que teniamos presente, a siempre buscar el bienestar de Borja por encima de todo. A actuar utilizando más la cabeza que el corazón. No sé que habría hecho si no hubieras estado presente el día del diagnostico.
Gracias abita, por tu cariño incondicional hacia mi gordito. Por preparale sus platillos favoritos, por tener siempre en tu casa jitomate y queso oaxaca, agua de jamaica, chocolates y pepinos. Por darle su medicina diaria a las 8:00 en punto cuando se quedaba a dormir en tu casa. Por tus consejos y palabras de aliento, tu paciencia y tus noches sin dormir.

Gracias abita de México. Porque siempre te preocupaste porque tu casa estuviera calientita cuando iba Borja, porque tus llamadas nunca faltaron los días de análisis y quimio, por tu optimismo y buenos consejos, pero sobre todo por tus oraciones, el poder más grande ante cualquier adversidad y  que siempre tuvieron a Borja por encima de cualquier petición 

Gracias Nana, ese abrazo en el hospital el día del diagnostico, dijo mas que mil palabras. Gracias por los días que te quedaste con Almudena mientras Borja estuvo internado...no ha de haber sido fácil.

Gracias Enrique, estabas en España cuando el diagnostico, pero tus palabras: “Tu hijo va a lograr grandes cosas” fueron mi motor en estos dos años. Nunca las olvidaré.

Gracias Marisol,  no cualquiera lleva a sus hijos al hospital a ver como a su primo le pican por todos lados, y luego tiene que enfrentar las preguntas y cuestionamientos que le hacen, y todo para que Borja no la pasara tan mal.

Gracias Maichis, tus lágrimas a distancia, nos aliviaron un poco el dolor, pues fue compartido, nunca faltaron las palabras de ánimo y los consejos. Gracias por las llamadas, y la preocupación, especialmente difícil ante la ausencia.

Gracias Doctor Ruíz...le debemos literalmente la vida, porque sin su mano, guiada por Dios, esto no sé si hubiera sido posible, o hasta donde habriamos llegado. Y a tantas pesonas que conocimos en el transcurso, la Doctora Macarena, la Doctora Julia, el Doctor Salvador, Laurita y Azucena.

Y gracias a todos los que estuvieron tan presentes en este viaje. Nunca falto la mano que nos sujetó, nuestro bastón, nuestra guía, nuestro paño de lágrimas, nuesta amiga, nuestra confidente, que nos distrajo en los peores momentos, que nos regaló una visita al hospital, una llamada telefónica, un mail o un mensaje por Facebook. Que nos admiró  y que dio su opinión sobre si lo haciamos mal o bien. Que cuidó de Almudena, que acompañó a Rodrigo a ver a los doctores, que lloramos abrazados, que pensó en Borja y le llevo algún regalo para que su enclaustramiento fuera más llevadero, que rezó y rezó todos los días por él, que lo tuvo en sus pensamientos, oraciones y anhelos. Gracias por lo que viene, porque a pesar de que esto se acaba, se acabará por completo en un año, cuando le retiren su catéter, entonces será la alta definitiva. 

Y un millón de gracias más, porque ustedes son “mi espejo, mi espada y mi escudo...mis misioneros en un campo extranjero”.




miércoles, 19 de diciembre de 2012

Deseos de Navidad

Deseo verte como te levantas con una sonrisa todos los días
Deseo ver tus mejillas rosadas
Deseo ver que te comes todo lo que te preparo
Deseo oirte decir "mamá: ¿jugamos Wii, sólo un ratititito?"
Deseo que dejes de jugar Wii para ir a jugar con otros niños al colegio
Deseo ver como disfrutas de tus clases de futbol y natación.
Deseo ver como Almudena te abraza y reconforta cuando estas triste
Deseo que tu Nintendo DS solo funcione en casos de emergencia
Deseo que ya no me preguntes en donde te van a picar
Deseo que en tu vocabulario no este incluida la palabra "cateter" ni "clínica"
Deseo que ya no te quejes de dolor de panza
Deseo que ya no te enfermes cada semana de gripa
Deseo no agrandar los ojos cada vez que estornudas
Deseo tener fortaleza y paciencia
Deseo seguir durmiendome contigo y que me digas "abrázame"
Deseo que no tarde en llegar abril y terminemos con esta carrera
Deseo que todos los niños que están sufriendo esta enfermedad se curen y vivan largas y saludables vidas.

¿Será mucho pedir?...¿Tú que deseas?

miércoles, 28 de noviembre de 2012

A cinco meses.

Hace algún tiempo que no escribo, pero acá seguimos en la lucha. Estamos exactamente a cinco meses de terminar el tratamiento, y vamos bien. Los análisis de Borja cada vez están mejor, su médula trabaja a la perfección, plaquetas, leucos, hemoglobina y demás. Seguimos en remisión y con medicamento diario; todos los días media pastillita de Mercaptopurina y los miércoles 5 de metrotexato. Además de la visita de cada seis semanas a la clínica para que le apliquen su dosis intravenosa y de vez en cuando, quimioterapia intratecal. Hemos tenido gripas e infecciones leves, que aunque han sido seguidas (prácticamente con 15 días de diferencia) no han sido serias y gracias a que sus defensas están bien, de la última salió él sólo, sin necesidad de antibiótico. 
Así que esto va pa'arriba. El próximo 20 de diciembre le harán análisis de enfermedad mínima residual, el cual estoy segura saldrá negativo. Así que a seguir echando todo al asador, y a disfrutar de las próximas fiestas decembrinas.

viernes, 20 de julio de 2012

Crónica de un nacimiento anunciado.

Naciste una mañana de julio, hace 5 años, después de los reglamentarios nueve meses de espera y una barriga que era la esperanza convertida en bendición. Sentí tus moviemientos dentro de mí durante un tiempo, causando una infinidad de sentimientos en tu papá y en mi. Sin embargo, ninguno como el que sentí la primera vez que oí tu llanto, tan parecido al de otros niños pero tan diferente al mismo tiempo, porque era el tuyo, el de mi hijo. Es una especie de sensación surreal, mezcla de felicidad y temor, angustia y orgullo.
Siempre me quedará grabado ese día. La llegada al hospital fue sin contratiempos, después de una noche tranquila en la que para mi sorpresa pude conciliar el sueño, alimentado por la serenidad de quien sabe que todo lo que viene va a salir bien. Después de los trámites a realizar en el hospital y de saludar a los futuros abuelos y tíos, me ingresaron a la sala de preparación, dónde no te puedo describir exactamente que pasó ya que los nervios y la emoción a esas alturas empezaban a apoderarse de mí. Sin embargo, de las cosas que recuerdo es a una enfermera amable que me hacía conversación, una bata y un gorro ridiculamente incomodos, y un edema (prometo explicarte qué es eso) que, aunque no fue la peor de las experiencias, prefiero no describir. Ataviada tan elegantemente me condujeron al quirófano en donde una plancha fría me esperaba. Todo lo que sucedió después no fueron más que procedimientos de rutina antes de realizarse una operación, entre ellos el piquete de la anestesia a cargo de un doctor muy amigable que todo el tiempo no paró de llamarme “chaparra” -¿será que me había visto en pie? No lo sé, pero sin duda, el apodo me quedó de maravilla y de algún modo me hizo sentir más cómoda. Muchos minutos (o al menos a mi me parecieron) pasaron en lo que pudieron dejar a papá reunirse conmigo. Y ahí estábamos, los dos agarrados de una mano y con el corazón en la otra, esperándo, oyendo, adivinando. Cuando de pronto una voz, que no estoy segura de quien fue, anunció que el bebé había nacido y que  estaba perfectamente sano y que además, por si esto no era suficiente, era el más bonito que había visto. Las lágrimas fue lo siguiente que recuerdo, las mías y las de papá, que entre sollozos me dijo “Nació Borja”. El primero en cargarte fue él, y supongo que la emoción que sintió ha de haber sido indescriptible, ya se lo preguntarás tu mismo. Al igual que a los abuelos y los tíos, que impacientes, esperaban como perritos en una tienda de mascotas  atrás de un cristal, por el que te vieron por primera vez, haciendo del momento una mezcla de risas, llantos, abrazos y felicitaciones. Lo siguiente era el momento que más había esperado en mi vida, por fin habías nacido, por fin estabas con nosotros y moría de ganas de cargarte y darte un primer beso, de conocer a aquella personita que me había estado pateando y empujando durante los últimos meses y que me había imaginado de mil formas, y por la que sin conocerla aún de frente ya daba mi vida entera. Ese momento no tardó en llegar mientras seguías en manos de los doctores, y te di ese primer beso,  que siempre recordaré como el beso que he dado a la piel más suave que jamás imaginé, tan suave, que pensé que te podía raspar con mis labios...al fin, había llegado, el primero de muchísimos besos que te daría.
Y así fue como naciste una mañana de julio,  después de los reglamentarios nueve meses de espera y una barriga que era una bendición convertida en realidad.

¡FELIZ CUMPLEAÑOS BOLLO!

lunes, 11 de junio de 2012

A una dama

El sábado fue mi cumpleaños.
El sábado fue un día difícil para Borja.
El sábado fue un día especial.
El sábado redescubrí el valor de la amistad.
El sábado confirmé cuanto amor le tiene Borja a Almudena.
El sábado me sentí feliz...porque este año tuve el mejor regalo y no fue ni una flor, ni un hermoso amanecer, ni una tarde en los jardines del Edén...simplemente en un Krispie Kreme, viendo a Borja y Almudena bailar y reir mientras saboreaban una dona glaseada original.







sábado, 28 de abril de 2012

Poco a poco.

Y cumplimos un año de tratamiento. Finalmente las quimios se espaciarán. Iremos a consulta en vez de cada cuatro semanas cada seis, lo que le dará más tiempo a Borja de recuperarse y agarrar más fuerzas para el siguiente round. Poco a poco nos vamos acercando a la meta, poco a poco nuestras eperanzas se van viendo convertidas en realidad, poco a poco nos sentimos más relajados y habituados a esta nuevo estilo de vida, poco a poco regresamos a ser las personas que eramos, poco a poco podemos empezar a poner reglas y rutinas en nuestra vida que se ha visto tan sacudida. Y aunque nos falte la mitad de tiempo, es como el vaso, habrá quien lo ve medio vacío...yo lo quiero ver medio lleno. Hemos tenido días buenos y malos, altas y bajas, pero en general puedo decir que la hemos llevado bien. Gracias a todos los que han estado con nosotros en pensamiento y oración en estos 12 meses de lucha y gracias adelantadas a los que estarán en los próximos 12.

martes, 6 de marzo de 2012

He aprendido.

Esta enfermedad definitivamente me ha cambiado, aunque tal vez de un modo no tan evidente. Lo que es cierto es que he aprendido muchas cosas.

He aprendido a vivir con un niño en tratamiento contra la leucemia, 

He aprendido a lidiar con los efectos de la quimioterapia: náuseas, vómitos, cansancio, malos humores.
He aprendido a desafiar a las plaquetas  y a los necios leucocitos que se quieren quedar abajo;

He aprendido que las cosas pasan; buenas y malas, y que uno nunca tiene la seguridad de que pasen o no.;
He aprendido que no se puede juzgar, porque las experiencias que cada quien vive son propias de cada individuo y nos marcan de una forma u otra;
He aprendido del valor de una copa de vino con amigos y una buena platica, después de una sesión de quimioterapia;
He aprendido que soy más fuerte de lo que creí, tal vez no por elección si no porque no me queda de otra;
He aprendido que hay gente que nunca dejará de expresarte su admiración y amistad, aunque no los veas tan seguido;
He aprendido que la inocenica de un niño todo olvida, todo mejora, y todo perdona;
He aprendido que el amor de pareja puede crecer más y más, aún en situaciones difíciles;
He aprendido que la lealtad y la fraternidad son los tesoros más grandes con los que se puede contar;
He aprendido que hay gente, que a pesar de situaciones adversas nunca se dan por vencidas,
He aprendido que el amor incondicional que puede tener un abuelo a su nieto es suficiente para aliviar cualquier sufrimiento;
He aprendido que el valor de la amistad puede empezar desde los cuatro años, cuando un compañero del kinder se acuerda de tu hijo todos los días aunque no lo vea...y le hable por teléfono porque lo extraña;
He aprendido que la fe es un instrumento del cual me quiero valer de ahora en adelante;
He aprendido que un "Buenos días" acompañado de una sonrisa a las 6 30 de la mañana no me es nada molesta cuando viene de un niño que no siente ninguna molestia física;
He aprendido que un abrazo fraternal entre hermanos, tiene más significado para mi de lo que nunca pensé.
He aprendido a valorar el momento en el que antes de dormir voy al cuarto de los niños y los veo debajo de las sábanas, plácidamente dormidos, abrazados a un perro llamado Galleta y a un Mario Bros...
Y he aprendido que son esos precisos momentos los que me hacen sonreír y me mueven para seguir en esta lucha y entonces agradezco que aunque hemos vivido una situación difícil, estamos saliendo adelante, y puedo ver a Borja en su cama y no en una cama de hospital.